Un día, dejaron de gustarme las estrellas... Dejé de pedirle deseos a mis pestañas caídas Mis ojos dejaron de mirar al cielo, y me encontré con el asfalto y un presente duro de asimilar... A veces no tienes nada, y aún así, lo pierdes todo En esa pérdida, que ya cumplió un año, me perdí a mi misma, perdí el amor con el que miraba la vida, y solo tenía rencor y odio para dar Se acabaron los viernes de risas, y los martes tontos, y se terminaron las buenas intenciones Es que fui capaz de esperar recompensas, hasta de aquellos que no admitían sus errores Creí que todos eran bondad, ternura y respeto Las palabras se las lleva el viento, y abarque mucho y apreté poco Aún así, le devuelvo mi suerte a las supersticiones Miro de frente Sabiendo que arriba están las estrellas, esas que tal vez nunca pueda alcanzar Pero abajo, está el asfalto... Que nunca volveré a tocar. • Quizá, si eres una princesa Pero la vida que buscas no está dentro de ese Castillo Quizá, en vez de esperar por el rescate,...
Le di la vuelta al mundo en un barco de papel.